"Basta de persecuciones, humillaciones y violencias, a veces me cuesta demasiado soportar las normas, no me obliguen aceptar encima los abusos, si busco dentro mío voy a encontrar las fuerzas para enfrentar todas las injusticias y seguir luchando por mis sueños."
Esta frase la he econtrado navegando por internet, creo que resume bastante bien mi situación laboral actual. Por motivos económicos cierran la fábrica en la que estoy trabajando, pero no porque la empresa vaya mal, sino porque los dueños de la multinacional se han cansado de pagar los elevados impuestos para mantener abierta la fábrica. Por ello, 56 personas supuestamente voluntarias y 4 más obligadas a dedo sin tener en cuenta sus opiniones ni estado físico, serán trasladadas a trabajar a la planta que tiene la multinacional en Igualada.
Como ya os podéis imaginar me encuentro entre esas 4 personas, a la espera de que nos digan algo, como cuando nos trasladamos, el turno que haremos o las funciones que desempeñaremos en nuestro nuevo destino. Pero todo esto lo espero desde mi casa, gracias a la directiva de la fábrica estoy de baja por ansiedad, una directiva que no se preocupa para nada por sus operarios, gente que nos vendió que estarian ahí para escucharnos cuando tuviésemos un problema, pero llegado el día de la verdad, escurren el bulto escudándose en su apretada agenda.
Ya no os aburro más, pero para aquellas personas que dicen que el trabajo es salud, pues la verdad, ahora mismo solo me da dolores de cabeza.
Ainsss, salud no debe ser para nada, porque a mí aún me quedan dos días de vacaciones y he empezado a tener pinchazos en el pecho ya, y eso que ni siquiera sé lo que voy a encontrarme a la vuelta... pero claro, lo más probable es que lo que me encuentre no sea nada bueno!! Así que por nuestra salud, que les den por... ejem!
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